Flor De Muga Blanco 2020

En depósitos de acero, tinajas de barro o madera. Distintos son los métodos y materiales con los que se puede someter un vino a crianza, pero todos tienen el mismo objetivo: conseguir que tras la fermentación el vino mejore sus características y alcance la máxima calidad.

Lo que los romanos comenzaron haciendo en tinajas de barro, terminó desembocando en un proceso donde las barricas de roble se han convertido en la reina indiscutible por varios motivos: resistencia a la filtración, elasticidad y resistencia al desarrollo microbiano. ¡Pero cuidado! No puede ser cualquier roble: siempre tiene que ser el de mejor calidad que crece tanto en América (en los estados de Missouri y Virginia), como en Francia Trocais, Allier, Nerves y Bertranges (Francia).

Desde estas dos últimas zonas llegan las barricas donde bodegas Muga envejece durante 6 meses Flor de Muga Blanco, un vino blanco elaborado en la D.O.Ca La Rioja, en el Barrio de La Estación de Haro, en la Rioja Alta.

Este punto es tan sólo una de las etapas que Flor de Muga Blanco recorre en su viaje, que comienza en el campo con la vendimia manual. Tras una maceración dentro de la prensa -donde sólo se aprovecha el mosto flor (el que sale de forma natural por la gravedad),- Flor de Muga Blanco fermenta a baja temperatura en barricas de roble. De ahí se trasiega hasta los oeufs de beaune, unas cubas de hormigón con forma ovoide, donde permanecerá 3 meses sobre lías finas. Por último, tras medio año en barrica de roble francés, finalizará su aventura con 18 meses en botella, donde terminará de afinarse y redondearse.

El resultado: un vino con cuerpo y estructura, al estilo borgoñés y como los de antes. La mejor opción con la que iniciarse con los riojas blancos de crianza.