Tenuta Belguardo 2018

Si hay una familia vitivinícola que tiene control absoluto de la Toscana, esa es, sin duda, la familia Mazzei. Con sede en Castello di Fonterutoli, una finca con 650 hectáreas en el corazón del Chianti Clásico, elaboran algunos de los vinos más famosos de la región. Pero si por algo se les conoce a esta afamada familia, es por su constante búsqueda de nuevas zonas vitivinícolas. Es así como a mediados de los 90, Mazzei compra una finca de 70 hectáreas en la región de la Maremma, una espléndida y suave zona montañosa frente al mar Tirreno y que se extiende entre Grosseto y Montiano (Toscana).

Habiendo previsto el gran potencial de la finca y en línea con su filosofía de mejora del “terruño”, crean Tenuta di Belguardo, una bodega con un estilo claramente mediterráneo clásico que en poco tiempo se ha convertido en un referente tanto para la zona como para todo el mundo. Ejemplo de este gran éxito lo encontramos en Tenuta Belguardo, un vino tinto elaborado con cabernet sauvignon y un pequeño porcentaje de uvas cabernet franc procedentes del “Cru” más importante de la finca. Unas cepas plantadas en terruño de piedra caliza que son vendimiadas en el momento óptimo de maduración y que se vinifica a temperatura controlada y con una maceración de 16 días. Después el vino envejece en barricas de roble francés durante 18 meses antes de embotellar.

Elaborado con variedades foráneas, Tenuta Belguardo es un claro ejemplo de lo bien que se adapta el cabernet sauvignon y el cabernet franc a la región. Pura expresión del “terruño” de la DOC Maremma Toscana.